lunes, 28 de noviembre de 2011

¿Qué pasó en la selva? ¿Por qué creer la versión de un régimen culpable de 3.200 asesinatos de civiles?

Cuatro soldados murieron por actuación del ejército, cuando su liberación ya estaba decidida
¿Qué pasó en la selva? ¿Por qué creer la versión de un régimen culpable de 3.200 asesinatos de civiles?


Sólo tenemos las informaciones de los militares: no hay una investigación seria. ¿Qué credibilidad tiene un régimen capaz de raptar a niños de Soacha para asesinarlos y presentar sus cadáveres como "guerrilleros abatidos en combate"? Es triste. El Estado colombiano eligió la opción de guerra, el 'rescate' a sangre y fuego, en vez de la opción de paz que es el intercambio de presos.

1. Nadie sabe lo que pasó en esa selva: No tenemos por qué creer la versión de un régimen culpable de más de 3.200 asesinatos de civiles en los 'falsos positivos' y sus mentiras correlativas.
Sobre los 4 soldados presos de guerra que murieron el sábado 26 de noviembre en una operación del ejército en una zona selvática del sur de Colombia:
Las operaciones que el Estado llama "de rescate" y en las que casi siempre resultan varios muertos, son rechazadas incluso por los familiares de los presos por considerarlas peligrosas. Pero el gobierno igual hace estas operaciones sanguinarias en vez de hacer un intercambio humanitario de presos.
Sólo tenemos las informaciones de los militares: no hay una investigación seria. Nadie sabe lo que pasó en esa selva, y es aconsejable usar la prudencia dado que el martilleo mediático nos lleva hacia conclusiones apresuradas: no tenemos por qué creer la versión del generalato de un régimen culpable de más de 3.200 asesinatos de niños y jóvenes en los macabros 'falsos positivos'.
La verdad se sabrá con el tiempo, con mucho tiempo probablemente. Cabe la duda y preguntarse si no es factible que los haya ejecutado el mismo régimen a quien le interesaban más muertos para su macabra propaganda contra la insurgencia, que vivos. Más aún cuando ya las FARC-EP habían enviado en un comunicado a Piedad Córdoba el anuncio de la liberación de 6 presos de guerra de manera inminente.
Parece que para el ejército lo importante es frustrar las liberaciones de sus propios presos de guerra, así sea causando la muerte de éstos. En el comunicado de las FARC, que le llegó como Carta Abierta a Colombianos y Colombianas por la Paz, la insurgencia anuncia no solamente otra liberación unilateral de los prisioneros de guerra, sino que también reclama más justicia en el tratamiento de la humanidad de los colombianos: "Sería justo que apelando al ejercicio de la razón, el derecho y la ética en el tratamiento del problema, no se invisibilizara a los guerrilleros presos. Son alrededor de 800. El dolor no es solamente de los familiares de los prisioneros en nuestro poder. El humanitarismo debe mirar, siempre, con sus dos ojos. (...) Seguimos a la espera de un canje de prisioneros de guerra".
La insurgencia pide más equidad: "Les sugerimos dirigir su mirada sobre la situación que afrontan centenares de guerrilleros presos y unos 7.500 ciudadanos encarcelados por sus ideas, como resultado de la criminalización de la oposición política y la protesta social (...) Les solicitamos considerar, como asunto crucial para aclimatar la convivencia, el estudio de fórmulas que permitan la repatriación y liberación de Simón Trinidad, Sonia e Iván Vargas, guerrilleros de las FARC prisioneros del imperio, extraditados a los Estados Unidos."
Concluyen: "Como un nuevo acto humanitario que respalda esta carta, anunciamos la liberación de 6 prisioneros de los que permanecen en nuestro poder"
Los 4 soldados murieron por la actuación del ejército cuando la decisión de su liberación ya estaba tomada, así fuera de manera unilateral, sin obtener presos políticos y de la insurgencia a cambio. Se frustró una liberación ya consensuada. Cabe preguntarse qué retorcida actuación puede surgir en la lógica aberrante de un Estado que usa una herramienta paramilitar con motosierras para descuartizar a sus víctimas: ¿Prefirió acaso el régimen, tras haberse enterado de la liberación inminente, frustrar la liberación así fuera a costa de la muerte de los soldados?
No sería la primera vez que el régimen asesina para hacer sus montajes (recuérdese la llamada "retoma del Palacio de Justicia", en la que los militares asesinaron a magistrados y guerrilleros del M19 y luego mintieron sobre sus muertes: tras decenas de años se destapa la infamia). Es importante tener presente el modus operandi del ejército en la atrocidad que cometieron cuando lo del palacio de Justicia, que asesinaron a los que pudieron y se llevaron a gente viva herida que luego torturaron y desaparecieron: entre los desaparecidos están magistrados, guerrilleros y hasta personal de la cafetería.
Es triste la muerte de los soldados presos de guerra, la de los guerrilleros, la del pueblo colombiano. El Estado colombiano eligió la opción de guerra, el 'rescate' a sangre y fuego, en vez de la opción de paz que es el intercambio de presos. Con la opción de paz se habría logrado liberar a los presos de guerra que hoy están muertos, y también, en intercambio, a presos de guerra guerrilleros que hoy están en las mazmorras de Colombia, muchos de ellos enfermos terminales. Es más, en este caso las FARC habían aceptado otraliberación unilateral, con lo cual el Estado ni siquiera habría tenido que hacer un gesto humanitario (lo cual tampoco es justo, porque los presos guerrilleros deben ser liberados también: hace falta intercambiar). Con la opción de paz del intercambio sí se hubiera sabido qué pasó, porque se hubiera acordado un espacio determinado, con observadores nacionales e internacionales, haciendo las cosas de manera sensata y humanitaria. La opción de guerra deja todo lleno de dolor, de muerte y de oscurantismo, porque no hay manera de saber qué pasó en la selva sino por las versiones de los militares: y para ser justos no podemos tomar esas versiones como dignas de credibilidad pues es la versión de un bando en guerra, además de un ejército que para hacer la guerra sucia sicológica con la exhibición de cadáveres reales, no ha tenido escrúpulos en asesinar para ello a civiles y presentarlos como "abatidos en combate".
¿Qué credibilidad tiene un régimen capaz de raptar a los niños de Soacha para luego asesinarlos y presentar sus cadáveres como "guerrilleros abatidos en combate"?
Luego de emitir este cuestionamiento en forma de duda esencial para el tratamiento de la información y de la realidad, emitir otro cuestionamiento, este sí ya no como una duda sino como un reclamo a ser correctos en los términos y las categorías conceptuales, ya que por algo existe un DIH que contempla dichas categorías.

2. Los militares, policías y soldados no son secuestrados, son presos de guerra: existe el DIH que los reconoce como tales y que contempla un INTERCAMBIO HUMANITARIO para que salgan libres en intercambio de los Presos de Guerra insurgentes. Pero es el Estado colombiano el que se niega al INTERCAMBIO humanitario.
Mientras el Estado colombiano se niega a un intercambio humanitario, demostrando que no le importan nada los soldados que han peleado en su ejército funcional al gran capital, porque los trata como carne de cañón negándose una y otra vez al intercambio de presos, la guerrilla no ha cesado de hacer liberaciones unilaterales.
La opción del intercambio sí es la opción de paz, es la opción humanitaria contemplada en el mismo DIH; pero el Estado se niega.
En el Caguán y subsiguientes oportunidades las FARC liberaron a más de 300 (trescientos) presos de guerra en su poder, mientras que el régimen no libera a los presos políticos y de guerra.
Si tanto les importa la vida humana a los generales y oligarcas que nunca van a la guerra ellos mismos, si tanto les importa la vida de los soldados (como muestran en la propaganda), ¿por qué se niegan a intercambiarlos por presos políticos? ¿O es que en realidad no les importan? Esos soldados son muchachos del pueblo que en cambio sí nos duelen a las colombianas y los colombianos que queremos la paz, al igual que también nos duelen los guerrilleros y guerrilleras muertos y los apresados, porque cualquier defensor de los derechos humanos sabe que las cárceles colombianas son centros de tortura, en las que el Estado colombiano practica el homicidio de presos a tal punto que los asesina por tortura, golpizas o denegación de asistencia médica.
En el operativo fue apresada una guerrillera, y en el 99% de los medios y pronunciamientos eso no es noticia, mucho menos tragedia: cuando sí que los es, porque ¿qué suerte le espera en esas cárceles insalubres y superpobladas?

3. Necesarios planteamientos y pasos para lograr la paz
A los que queremos la paz para Colombia, una paz con justicia social, nos duelen todas y todos los hijos del pueblo: nos duelen las guerrilleras y los guerrilleros muertos o presos, nos duelen los soldados muertos y también los presos de guerra. Claro que sí. Por eso lo primero es presionar al Estado para que por fin acepte el intercambio humanitario de presos.
Luego es imprescindible que se estudie y contemple la raíz de la guerra: porque la única posibilidad de paz real que tiene Colombia, pasa por entender que la raíz de la guerra es la desigualdad social, el despojo permanente al que son sometidos los campesinos colombianos, la represión e intolerancia política con la que el Estado colombiano busca eliminar la reivindicación social, que es tan atroz que llega al punto de instaurar el terrorismo de Estado con el empleo de la herramienta paramilitar. A partir de la comprensión del problema en su totalidad debemos buscar soluciones reales como: reforma agraria, cesación de la entrega del país a las multinacionales, impulso de la soberanía alimentaria, cese de la ocupación estadounidense de Colombia, cese del despojo que perpetran multinacionales y latifundios, cese del saqueo y su correlativo empobrecimiento, redistribución de la riqueza, cambios estructurales que necesita el tercer país más desigual del mundo (Coeficiente GINI después de Haití), y nunca la solución del exterminio que propugnan Santos y los áulicos de exterminar al pueblo constituido en insurgencia.

4. Respecto al rechazo del régimen colombiano de entrar a un intercambio de presos de guerra
El Estado colombiano ha abandonado a estos soldados porque ha preferido dejarlos en la selva a soltar a los presos políticos y de guerra, negándose durante años a un intercambio de presos. Es más, el régimen colombiano ha enviado a tres guerrilleros a Estados Unidos: Simón Trinidad, Sonia e Iván Vargas. Lo cual es una inhumanidad total porque los priva de ver a sus familiares de por vida y los entrega a jueces de otro país. Es criminal esa actitud entreguista y necia del Estado. Así que no sólo está el tema de que el régimen no ha soltado a los presos en un intercambio humanitario, sino que además ha enviado presos a Estados Unidos.
Las FARC han soltado a más de 300 presos de guerra en los últimos años, el Estado a uno solo: ¿acaso eso es un 'intercambio humanitario' real o justo? ¿Quién carece entonces de voluntad: las FARC que liberan a 300 presos o el régimen que se niega al intercambio de presos?

5. Secuestros carcelarios y desapariciones forzadas: hay miles de seres humanos secuestrados realmente de los que los mass media nunca hablan
Por otro lado, ya que la propaganda habla de 'secuestrados', vamos a poner los puntos sobre las íes y decir quiénes realmente están secuestrados en Colombia:
Que el Estado colombiano libere a los más de 7.500 presos políticos encarcelados bajo montajes judiciales. Esos sí que están secuestrados. Son la mayoría civiles (más del 90%) secuestrados por el Estado bajo montajes burdos con testigos pagados (paramilitares del ejército que sirven para enjaular a los opositores políticos), con falsas 'pruebas' decomputadores mágicos, o incluso encarcelados durante años sin pruebas, como es el caso actualmente de la socióloga Liliany Obando que lleva más de tres años encarcelada ilegalmente, sin prueba alguna. O como fue el caso del profesor Miguel Ángel Beltrán, que pasó años preso sin pruebas, dado que las "pruebas" que el régimen aducía contra él eran sus escritos académicos sobre la realidad colombiana, en una evidente persecución del pensamiento crítico y a las ciencias sociales. Igualmente el periodista Joaquín Pérez Becerra, entregado ilegalmente por Venezuela, está preso sin pruebas ahora mismo, dado que la misma Corte Suprema declaró nulidad de los "computadores mágicos". Sin pruebas, Pérez Becerra está hoy secuestrado por el Estado colombiano, como miles de presos políticos más.
Asimismo las víctimas y familiares, la sociedad vulnerada por estos crímenes de Estado, pedimos que el Estado colombiano libere a los más de 62.000 detenidos desaparecidos(la ONU reconoció 57.200 desaparecidos, la Comisión de búsqueda 62.000 desaparecidos en agosto 2011): estos son secuestrados, torturados y desaparecidos, porque no se sabe su paradero.
Que el Estado diga ¿Dónde están? ¿Dónde los enterró? ¿Dónde los SIGUE enterrando? ¿Dónde siguen llevando cada semana a los opositores políticos el régimen de Colombia? Porque cada semana desaparecen varios opositores políticos en Colombia: estudiantes, ambientalistas, sindicalistas, maestros, campesinos... todos desaparecidos por la herramienta paramilitar del régimen y la fuerza pública.
Ya basta de tanta falsimedia: si quieren hablar de "secuestro en Colombia" hablemos claro, es el Estado colombiano y su herramienta paramilitar el que hace del secuestro una práctica sistemática: queremos de vuelta a los desaparecidos y a los presos políticos, que el Estado los libere, y que cesen los secuestros carcelarios y las desapariciones forzadas.

6. Conclusión
Tenemos que trabajar para lograr la paz en Colombia, y en esa palabra de tres letras caben los sueños de un pueblo, porque la paz verdadera es la paz con justicia social, es decir una paz que no sea la Pax Romana que pretenden Santos o el imperio estadounidense y sus aliados. El pueblo colombiano necesita una verdadera paz, no una paz cosmética en la que la miseria seguirá asesinando a más de 20.000 niños menores de 5 años anualmente, muertos por falta de agua potable en el cuarto país con más riqueza hídrica del mundo.
No puede ser que aceptemos que un puñado de familias y de multinacionales acaparen todas las riquezas del país, mientras el pueblo sufre despojo, desplazamiento forzado, miseria, desnutrición, condiciones indignas de vida. No puede ser que aceptemos que las multinacionales destruyan montañas enteras envenenando la fauna, la flora y a las personas, solo para que se enriquezcan unos empresarios del oro, unos banqueros de la muerte. No es aceptable que el pueblo colombiano no tenga educación gratuita y de calidad, que no tenga acceso a la salud y se mueran miles de seres humanos anualmente sin poder entrar siquiera a un hospital porque no los admiten por no tener la "cuota para el ingreso": eso es guerra social y económica, y es acabando con esa guerra social y económica como el conflicto social y armado empieza a solucionarse.
Lo que no es aceptable es que haya miles de muchachitos de 18 años que tengan que sacrificarse entrando al ejército colombiano sólo porque es la única manera que tienen de que alguno de sus hermanos obtenga una beca de estudios para la secundaria, o que su madre pueda ser admitida en un hospital, porque eso hace el Estado colombiano: cambia lo que debería ser un derecho del pueblo (salud, educación) por vidas humanas. Y eso no es aceptable. De esta forma se mantiene el régimen colombiano y se mantiene un statu quo de saqueo y empobrecimiento: se empobrece a la población hasta la médula y para acceder a los derechos básicos muchos no tienen otra opción que enviar a sus hijos al ejército que cuida a las multinacionales. Porque eso hace el ejército colombiano: cuidar los intereses de una minoría oligárquica y multinacional (hoy cuidando a la multinacional Pacific Rubiales, a la Drummond, a la Gold Mines, a la Medoro, a la Oxy, a la Repsol, etc), mientras que los hijos de los oligarcas nunca hacen ni el servicio militar, porque pagan. Y luego, en el campo insurgente hay miles de muchachos y muchachas que se van a la guerrilla cansados de la injusticia social, de la explotación, de la represión atroz; que luchan para cambiar las cosas, luchan contra un imperio, porque hoy en día son los bombarderos y la tecnología de EEUU la que enfrentan. Son muchos los jóvenes que pasan a la clandestinidad e ingresan en la guerrilla empujados por la brutal represión que ejerce el régimen colombiano contra la oposición política: ese es un factor fundamental que no podemos ignorar.
Esta represión descarnada contra la reivindicación social y política es digna de las peores dictaduras, y se traduce en que el 60% de los sindicalistas asesinados en el mundo son asesinados en Colombia por la fuerza pública y la herramienta paramilitar del régimen y multinacionales. Hay una cifra dantesca de presos políticos, una realidad dantesca del crimen de Estado de la desaparición forzada: todo en Colombia huele a represión, las universidades están militarizadas, las oficinas de sindicatos y de defensores de los derechos humanos tienen puertas blindadas, los abogados de presos políticos viven en el miedo atroz, al menos la mitad del país sufre cruentos bloqueos económicos que hace el ejército impidiendo la entrada y salida de víveres, la entrada de medicinas, causando la muerte de miles de personas por falta de tratamientos. La lista de la guerra represiva del Estado contra la población civil es interminable; la guerra no es sólo contra el pueblo insurgente, en Colombia hay terrorismo de Estado ejercido directamente contra la población civil.
Hay una guerra en Colombia, hay terror de Estado en Colombia contra la población civil, hay dolor, injusticia y muerte. Tenemos que buscar la paz: porque nos duelen los muertos, porque nos duelen los presos, porque nos duele la injusticia social que está en la raíz de la guerra.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

martes, 8 de noviembre de 2011

LLAMAMIENTO URGENTE A LA SOCIEDAD COLOMBIANA POR EL ACUERDO DE INTERCAMBIO HUMANITARIO Y LA SALIDA POLÍTICA A LA GUERRA

 "La pérdida de los militares retenidos es muy lamentable, tan lamentable como la muerte de prisioneros políticos que han caído en manos del INPEC, que han sido torturados, víctimas de los tratos más crueles, inhumanos y degradantes, hacinados, aislados e invisibilizados en las cárceles colombianas. Los más de 7.500 prisionerxs políticxs en las cárceles de nuestro país y los prisioneros de guerra retenidos por las FARC EP han sido condenados por el régimen colombiano a permanecer eternamente así por obra y gracia del discurso anti-popular internacional gringo de la lucha  contra el terrorismo, que en todo caso, ayuda a proteger sus intereses de clase tanto en USA como en Colombia. Igualmente las personas extraditadas y detenidas ilegalmente a los EEUU hacen parte de esta tragedia."                                                                         

LLAMAMIENTO URGENTE A LA SOCIEDAD COLOMBIANA POR
EL ACUERDO DE INTERCAMBIO HUMANITARIO Y LA SALIDA POLÍTICA A LA GUERRA

La Coalición Nacional e Internacional por el Trato Digno y la Libertad de Lxs Prisionerxs Políticxs LARGA VIDA A LAS MARIPOSAS hace un llamado a la sociedad colombiana para que se pronuncie de manera contundente frente a la crisis humanitaria que aqueja al país y en especial, en relación a la urgencia de Acuerdos Humanitarios que conduzcan a escenarios de negociación entre el gobierno y la insurgencia, a que se movilice en dirección a conseguir una salida política a la guerra, en donde el Pueblo colombiano y el movimiento popular tengan una especial participación en la construcción de un país donde haya Paz con  justicia social.
Los recientes acontecimientos donde perdieron la vida cuatro de los seis retenidos de guerra,  próximos a ser liberados de manera unilateral por las FARC EP, han suscitado varias reacciones ante la opinión pública a través de los medios de comunicación, de varios sectores pertenecientes a las altas esferas del poder, de organizaciones sociales y populares y de víctimas en favor y en contra de un acuerdo humanitario. La sociedad está polarizada a causa de la intransigencia del Gobierno.
Como producto del manejo de estos hechos, se convocó por parte del gobierno a la marcha del 6 de Diciembre 'en contra del secuestro y de las FARC', constituyéndose ésta en una expresión más del empeño de las clases dominantes, en que la única salida al conflicto interno es la militar. Convencidas como lo están las clases dominantes, desde hace más de medio siglo que la guerra se debe mantener para perpetuar su estadía en el poder, así lo tengan que hacer a costa de las vidas de miles de colombianos y colombianas que piden a gritos Paz, Dignidad y Soberanía.  Es por esto que cayeron los cuatro retenidos en lugar de poderse concretar un intercambio humanitario. Pues, hay que decirlo, el ejército que dice haber estado haciendo una “tarea de reconocimiento”, en realidad estaba intentando un rescate militar de los retenidos sin el consentimiento de sus familiares. De esta manera engañando a la sociedad, actitud no permitida por los Códigos Jurídicos Internacionales de Regulación de la Guerra.
El proceso otra vez truncado por el gobierno de intercambiar prisioneros no puede legitimarse ante los y las colombianas. Los esfuerzos hechos desde espacios como Mujeres  Gestoras del Mundo por la Paz, Colombianos y Colombianas por la paz, Los encuentros nacionales e internacionales por el Acuerdo Humanitario y la Paz, los Encuentros Regionales, Nacionales e Internacionales por la Libertad de Lxs Prisionerxs Políticxs son pasos certeros del movimiento popular y de los sectores que se han solidarizado desde la comunidad internacional para llegar a este momento de negociación y sensatez política.
 La pérdida de los militares retenidos es muy lamentable, tan lamentable como la muerte de prisioneros políticos que han caído en manos del INPEC, que han sido torturados, víctimas de los tratos más crueles, inhumanos y degradantes, hacinados, aislados e invisibilizados en las cárceles colombianas. Los más de 7.500 prisionerxs políticxs en las cárceles de nuestro país y los prisioneros de guerra retenidos por las FARC EP han sido condenados por el régimen colombiano a permanecer eternamente así por obra y gracia del discurso anti-popular internacional gringo de la lucha  contra el terrorismo, que en todo caso, ayuda a proteger sus intereses de clase tanto en USA como en Colombia. Igualmente las personas extraditadas y detenidas ilegalmente a los EEUU hacen parte de esta tragedia.
 No desean los poderosos hacer el acuerdo humanitario ni la paz, no desean sentarse a negociar las transformaciones estructurales necesarias para acabar con la injusticia y el terrorismo de Estado porque no están dispuestos a soltar el poder, a permitir una reforma agraria y por supuesto, no  están dispuestos a que el Pueblo colombiano conduzca su destino y construya una Nación digna y verdaderamente independiente.   
  Somos nosotrxs como Pueblo y Movimiento Popular organizado en diferentes expresiones, quienes tenemos como responsabilidad histórica hacer realidad la salida política y garantizar que los retenidos de guerra del gobierno y de las FARC EP sean liberados.
 Unamos nuestras voces, nuestras fuerzas y logremos concretar la salida política. El gobierno y la insurgencia se tienen que sentar en la mesa de diálogo, no podemos seguir dejando desangrar la esperanza:
                                                                
 ¡¡¡ Intercambio Humanitario ya y Salida Política a la Guerra !!!
Coalición Nacional e Internacional por el Trato Digno y la Libertad de lxs Prisionerxs Polítcxs
LARGA VIDA A LAS MARIPOSAS  
Coalición Suroccidente.
Diciembre de 2011

Campaña Permanente por la Libertad de lxs Prisionerxs Políticxs Colombianxs

viernes, 4 de noviembre de 2011

Chávez, cuida que tus amistades no sean el imperio disfrazado de Santos. ¿Hay ética en colaboracionismo y entregas?

Chávezcuida que tus amistades no sean el imperio disfrazado de Santos. ¿Hay ética en colaboracionismo y entregas?
En cuanto a disfrazar de “unidad” el colaboracionismo con el régimen que asesina al pueblo colombiano, solo recordar que la unidad bolivariana es la unidad de los pueblos, no la unidad con regímenes que son verdaderas dictaduras con máscara y eje paramilitar, como es el caso del gobierno de Santos
Por Revolución no entrega Revolucionarios 

Muy preocupante la situación de la región Colombo-Venezolana: hay una política de colaboracionismo por parte del gobierno de Venezuela con el régimen genocida de Juan Manuel Santos de Colombia: los pactos, negocios, acuerdos de colaboracionismo militar van mucho más lejos que lo estrictamente necesario para una 'convivencia' vecinal.
Las últimas declaraciones de Hugo Chávez, presidente de Venezuela,   apuntan al entreguismo y alineamiento con las políticas regionales de EEUU.  Las declaraciones de Hugo Chávez, emitidas el 28 de noviembre 2011 son lamentables pues hacen gala de un desconocimiento de las miles de víctimas que sufren el terror de estado en Colombia, que ahora Chávez parece ignorar. Equipara lo inequiparable, y parece  ahora ignorar las masacres que comete el estado, parece ahora ignorar que Colombia -es decir el pueblo colombiano-, padece del estado en primer lugar, por su intolerancia política, su talante genocida, y su entreguismo a EEUU y al gran capital multinacional. ¿O acaso la denuncia de la Federación Sindical Mundial y otros organismos de que en Colombia son asesinados el 60% de los sindicalistas asesinados en el mundo a manos de la fuerza pública y de herramienta paramilitar del régimen y multinacionales es totalmente desconocida para Chávez?
Reproducimos las declaraciones tal como las reseñaron los medios: 
"El mandatario suramericano destacó que no permitirá esas acciones  "por ningún grupo, por ningún personaje bien sea narcotráfico, guerrilla, terrorismo, o como se llame"  en alusión a la captura de un narcotraficante solicitado por el Gobierno colombiano."
Chávez, haciendo alusión a un narcotraficante, lo mezcla todo: es deplorable, y contradice lo que un día dijo el mismo Chávez sobre la lucha social y armada de las insurgencias colombianas (FARC y ELN), y contradice el ideario bolivariano que contempla el derecho a rebelión contra la tiranía: ¿incoherencia?   
Chávez  pone en el mismo paquete:  'narcotráfico,  guerrilla,    terrorismo,  o como se llame'    Y de este 'curioso' - por decir lo menos-  paquete, sólo podemos imaginarnos a qué corresponde el  "o como se llame": ¿le corresponde acaso ese apelativo a periodistas como Joaquín Pérez Becerra y demás perseguidos políticos que Santos le haya pedido o le pida a futuro? 
Dice Chávez que no quiere nada con "narcotráfico": ¿Acaso Chávez busca ignorar que Santos gobierna gracias al narcoparamilitarismo?
¿Ignora acaso Chávez que el narcoparamilitarismo bajo Santos controla 347 municipios de Colombia como lo señala el informe de este mes del indepaz, y como lo denuncian las comunidades campesinas de Colombia que no cesan de denunciar la connivencia entre la fuerza pública y el paramilitarismo en las masacres y violaciones de todo tipo?
¿Y por qué Chávez da indultos a derechistas y paramilitares y en cambio acepta que las autoridades venezolanas violen el DIH contra los perseguidos políticos, sean estos civiles o guerrilleros?   
Chávez le dijo a Santos en el encuentro del 28 de noviembre:
  "sepa que haremos todo a nuestro alcance para impedir que desde territorio venezolano se conspire o arremeta contra Colombia, sea guerrilla, paramilitarismo  o que viole o pretenda violar la soberanía venezolana porque nos hacen mucho daño". 
Equipara lo inequiparable.  
Inequiparable: la insurgencia nace y se alimenta de un proceso histórico y social de un pueblo; mientras que la herramienta paramilitar del régimen colombiano y del gran capital transnacional, nace directamente de la mano de latifundistas, narcos y empresarios y se alimenta del mismo estado colombiano, de formadores, insumos y apoyos del Mossad israelí y de los mercenarios estadounidenses. Realmente deplorable avalar las aposiciones, en eco a las comparaciones que emite la prensa derechista propiedad de Juan Manuel Santos. 
¿Acaso Chávez ignora que  'contra Colombia', es decir  contra el PUEBLO colombiano  el que conspira y arremete es el propio Santos,  responsable de al menos 3.200 asesinatos de civiles cuyos cadáveres son usados en macabros montajes militaro-mediáticos? 
1. Las Autoridades venezolanas se están dejando llevar a las complicidades más abyectas con el genocidio contra pueblo colombiano, de la mano de Santos. 
Veamos, sólo cuatro datos que evidencian lo que es el régimen colombiano, y quién es Santos:
En los 90 primeros días del gobierno de Santos fueron asesinados 50 opositores políticos (denuncia PDA), y el exterminio prosigue. Desde que Santos asumió en la presidencia de Colombia fueron asesinados 40 sindicalistas, como lo denunciaron hace una semana en el parlamento británico los parlamentarios del grupo de trabajo por Colombia. El crimen de estado de la la desaparición forzada sigue en aumento, en un país en el que según la ONU hay al menos 57.200 desaparecidos forzados (cifras reconocidas 2011).
El ejército colombiano practica el asesinato de civiles para justificar sus gigantescos presupuestos y para hacer guerra sicológica con la exhibición de cadáveres: los militares colombianos asesinan a civiles y luego presentan sus cadáveres como  "guerrilleros abatidos en combate"  en macabros montajes militaro-mediáticos. Suelen elegir sus víctimas entre la población rural o la población más empobrecida de los barrios periféricos, aunque también practican estos asesinatos mal llamados "falsos positivos" contra sindicalistas y opositores.
Hay al menos  3.200 casos documentados de estos asesinatos de civiles; la impunidad alcanza el 99% de los autores materiales y el 100% de los autores intelectuales de esta práctica (ONU, MOVICE, CINEP). Santos fue ministro de defensa de Uribe, y hoy con Santos como Presidente continúan incrementándose estos asesinatos: por lo tanto, en ambos cargos Santos es responsable de estos miles de asesinatos.
¿Y con esa cara viene el régimen colombiano a acusar con saña y montajes manifiestos al cantor enfermo Julián Conrado y a otros perseguidos políticos incluyendo en la cacería humana tanto a guerrilleros como a guerrilleros inactivos, enfermos, hasta a civiles... a periodistas (JPB)?
Se espera que las autoridades de Venezuela no sigan violando la legalidad manteniendo preso al cantor enfermo Julián Conrado cuando ya se han pasado todos los plazos, y se espera que no den crédito a los montajes judiciales contra Julián Conrado; porque elegir darle crédito a los montajes del régimen colombiano es hacerse la ciegas ante la evidencia y entrar en complicidad activa con un régimen genocida: más aún sabiendo que las acusaciones vienen del régimen paladín en armar mentiras, montajes, y "falsos positivos"  (no reculando ni en asesinar civiles para tener los cadáveres para los montajes militaro-médiáticos). Las autoridades venezolanas se están dejando llevar a las complicidades más abyectas da la mano del genocida Santos... Ojalá Chávez recapacite. Ojalá Chávez cese ese nivel de colaboracionismo, que es, por demás, totalmente innecesario.
2. La ética vejada y el pie izquierdo herido
Ese nivel de colaboracionismo con Santos no sólo es anti-ético, sino que también es contraproducente para el avance de la izquierda en la región. Hay que tener muy claro que si el proceso venezolano da el paso adelante hacia los cambios necesarios para un verdadero socialismo, en ese momento EEUU y su régimen títere de Juan Manuel Santos serán los primeros en morder al pueblo venezolano, y en cambio el pueblo colombiano y las insurgencias colombianas serán los primeros en brindar apoyo al pueblo venezolano.
Hoy en día, de hecho, es la insurgencia colombiana la que funge de barrera de contención al expansionismo estadounidense en la región: el día en que la insurgencia no esté (si llegara a pasar), tengan seguro los venezolanos que los Estados Unidos tendrán las manos completamente libres para la invasión que decidan. Por lo tanto, entregar perseguidos políticos al régimen de Colombia es no solo anti-ético y anti-bolivariano, sino que también es "dispararse en el pie izquierdo".
Mientras se firman acuerdos de cacería humana, de  reedición del Plan Cóndor  entre Santos y Chávez, los pueblos solidarios del mundo siguen  alzando sus voces por que cesen las entregas de perseguidos políticos y el colaboracionismo con el régimen de Santos... y se espera que el clamor solidario sea escuchado por Chávez.
3. Manejos ilegales, violaciones al DIH en las entregas de perseguidos políticos a la tortura
El manejo  ilegal de la humanidad de los perseguidos políticos por parte de la colaboración de fuerzas represivas colombianas y venezolanas,  es grave pues desemboca la mayoría de las veces en entregas de perseguidos políticos, en las que éstos son  privados de todos sus derechos, y entregados a un estado torturador como el colombiano, quién ha asesinado a 11 presos políticos en lo que va del año 2011.                   
Ya son 11 presos políticos asesinados en el 2011 en Colombia, el penúltimo molido a palos, y el último falleció hace pocos días tras tortura de denegación de asistencia medica.
Se cuentan ya por decenas los  perseguidos políticos entregados de  manera ilegal al régimen colombiano  por parte de Venezuela: cabe recordar que un ser humano, sea éste civil o guerrillero, tiene por  ley derecho al acceso a defensa, y a un proceso de extradición en legalidad, en el cual  mediante  su derecho a defensa,  puede rebatir y revocar los motivos aducidos por el estado requiriente, y lograr en muchos caso su  no-extradición: por ejemplo cuando el perseguido esté enfermo, herido (han sido entregados varios heridos en violación al DIH), o que se compruebe el ensañamiento judicial del régimen colombiano contra todo opositor (el caso del periodista JPB es flagrante). Esta  cacería humana  que implementa el régimen colombiano, bajo las directrices estadounidenses, es una medida de guerra sucia contra la población.
Concretamente para el caso de Julián Conrado: tanto la Convención Contra la Tortura como la Convención de Ginebra lo amparan, dado que no se puede entregar a un perseguido político (además enfermo) al un régimen torturador como el colombiano.
4. Venezuela SÍ tiene otra opción: ampararse en el DIH y no entregar perseguidos políticos, enfermos y heridos
Venezuela sí tiene otras opciones que entregar seres humanos a la tortura, ya no creemos el cuento con el que tristemente saturaron los medios venezolanos cuando la ilegal entrega del periodista Joaquín Pérez Becerra, esa gruesa mentira repetida hasta por intelectuales funcionales a la violación al DIH y a la ética de que "no había otra opción". Ahora lo decimos, lo vemos claramente, para algo hay textos de ley, para algo existen convenios del Derecho Internacional Humanitario: también para proteger a los perseguidos políticos.
Venezuela Sí tiene otra opción que entregar perseguidos políticos: se puede, y debería, ampararse en el DIH y en la propia constitución venezolana, además de ampararse en la ética y el humanismo más elemental, para NO entregar más perseguidos políticos a las mazmorras de Santos, en las que ya hay más de 7.500 presos políticos bajo montajes judiciales, el 90% de ellos civiles cuyo encarcelamiento testimonia de la extrema intolerancia política del gobierno colombiano. Joaquín Pérez Becerra es uno de esos presos políticos, debido a que fue entregado ilegalmente por Venezuela en abril 2011: hoy se encuentra encarcelado sin prueba alguna, puesto que las falaciosas pruebas que el régimen esgrimía en su contra eran los "computadores mágicos" que la propia Corte Suprema declaró nulos como "pruebas" dada la ruptura de la cadena de custodia y la violación al DIH en el bombardeo a Ecuador. Pero el periodista está igualmente preso, sin pruebas, en una figura denunciada como 'secuestro carcelario'.
Venezuela puede, y debe, ampararse en el respeto al DIH y cesar ya las entregas de perseguidos políticos al régimen colombiano. Por coherencia, por humanismo, por ética , se le pide a Chávez que recapacite en su colaboracionismo con el régimen colombiano. Un colaboracionismo que lleva a Venezuela a perder su neutralidad, y a apoyar al régimen más genocida del continente en la persecución implacable que adelanta contra el pueblo colombiano.
5. Santos es el principal adalid de EEUU en la región
Y en cuanto a disfrazar de “unidad” el colaboracionismo con el régimen que asesina al pueblo colombiano, solo recordar que la unidad bolivariana es la unidad de los pueblos, no la unidad con regímenes que son verdaderas dictaduras con máscara y eje paramilitar, como es el caso del gobierno de Santos.
El régimen colombiano es el más apoyado militarmente del mundo por Estados Unidos, junto con el de Israel. ¿Entonces unirse con el régimen genocida de Santos es unirse con quién exactamente?